¿Que puede saber de querer un descorazonado?

¿Que puede saber de querer
Un pobre descorazonado?
Si no puede tener la experiencia
Ni habituarse a la sensación
¿Que puede saber de querer
Con su piel fría y acristalada?
Esa que se ha quebrado
Con los golpes de la vida

¿Con qué compara el placer
De tomar su mano en la noche
Abrazarla por la espalda
Y enredarse en sus cabellos?
¿Qué puede saber de dormir
Con el aroma de su cuellos
Con sus dedos entrelazados
Y susurrandole un «te quiero»?

¿Qué puede decir el hombre
Que jamás ha amado?
¿Sabrá describir la sensación
De verla despertar por la mañana?
Con su pelo enmarañado
Con su rostro libre del tenue maquillaje
Y toda ajada por los años
Aun hermosa para los ojos enamorados

¿Puede el que no ha querido
explicar la simple taquicardia?
¿O como se pierden los latidos?
¿O como se para el corazón
Cuando ya no está lo que tanto amó?
¿Puede él, con su verbo indecoroso
Explicar lo sublime
De un beso en la mejilla?

¿Puede hacerlo ese rufián?
¿Ese que vive solo de la piel?
No lo sé, no lo puedo asegurar
Pero sé que hay que amar
Para sentir el verdadero anochecer
El que te hace pensar
Y entre cavilaciones arrumadas
Sufre de un insomnio aquejumbrado

Sé que hay que abandonar lo amado
Y recordarlo en el tiempo
Para saber que el amanecer
Es y no es un principio de indecisión
Y meditar repetidamente
Si fue correcto lo que pensamos
Si aceptamos las consecuencias
Y sabemos a donde vamos

Sé que no podré darle respuesta
A esta excusa de letanía
Ya no soy ni quien te amaba
Ni soy yo quien te temía…