A la Verónica…

A ti, mi amor querido,
que tan lentamente se me hizo luz.
A ti, mi amor querido,
escribo con devoción estos versos.

Pido disculpas por lo pobre de mi prosa,
que tan vagamente puede describirte.
Pido disculpas porque escribo como siento
y lo que siento me cuesta describirlo.
Sé que dentro de mí hay fuego en las entrañas
y que la piel alimenta su calor de él.
Sé que en mi pecho sientes el ardor de una flama
que no deja de calentarme el corazón.

Sé que con el tiempo se han atenuado mis miedos
y que, aunque los medios han de cambiar,
poco de mí podría negarte.
Te has hecho mi musa, te has hecho mi sol,
te has hecho el brillo de mis amaneceres
y la sombra que me protege del insomnio vil.
Sé que no somos mas que un día y una noche
que quieren extenderse en la eternidad.

Oh, Verónica mía,
¿no sientes acaso mis manos arder?
si tocan tu rostro con delicadeza
cuando lo único que quiero es morir en tus labios.
¿No ves, mi amor, que solo te quiero a ti?
Mírame ahora, mírame aquí,
siendo el poeta que nunca fui.
Mírame ahora, mírame aquí,
sintiendo el amor que jamás sentí.

Solo ahora, al encontrarme en la bruma densa
del mar de nuestra felicidad,
encuentro el respiro que no podía hallar.
Poco puedo ocultarte de mí
que ya no sepas con tan poco tiempo.
Soy un desaforado, estoy hundido en los excesos.
Soy el hombre que tu padre podría odiar;
pero aquí, frente a estos versos,
te juró que jamás te habría de lastimar.

Tú, mi dulce niña, adorada mujer.
Lo daría todo por verte sonreír.
Yo vivo para mis placeres,
y de todos ellos solo muero por ti.
Tú eres mi dama de mil rosas,
tú eres mi baile al atardecer.
Besa mis labios y cállame,
que solo en tus besos me quiero perder.

A ti, mi amor eterno,
que desde hace tan poco te ataste a mí,
a ti escribo estos versos
que por hoy llegan a un fin…

Abrázame

Solo abrázame cuando ya no quede mas
que leve brillo de un sol fugaz.
Abrázame fuerte, sin dejarme volar,
haz que en tu nido yo pueda soñar.

Solo abrázame y déjame ser
lo que en tus brazos puedo sentir.
Abrazame fuerte y mirame a los ojos,
para en tus brazos saberme feliz.

Abrázame a mí y abraza mis sueños,
descubre de mí lo que no puedo ver.
Que tus ojos sean la luz que me amarra
a ver lo que viene en nuestro presente.

Abrazame una vez y,
sin esperar nada a cambio,
deja que mi vida te incluya a ti,
solo a ti y a nadie mas.

Abrázame fuerte, abrazame mas,
abrazame y que no pueda escapar.
Abrázame cerca, muy cerca de ti,
abrázame y jamás me dejes de amar…

Si un escritor se enamora de ti, nunca morirás…

Si un escritor se enamora de ti, claro que moriras,
mas viviras en sus recuerdos, en sus evocos y en sus lamentos.

Si un escritor se enamora de ti
te dibujará en muchos versos,
te plasmará en muchas historias
pero jamás te dejará ir.
Y te hará protagonista de sus desvelos
como si el escribirte se le hiciera terapia.
Te bosquejará en sus juramentos
de amor a una musa intermitente.

Si un escritor se enamora de ti
mentirá para hacerte la heroina de sus sueños.
Se rebanará los sesos imaginando
cuantas aventuras habrás pasado hasta él
Y creerá que al final, su presente es tu principio
del que nadie sabía hasta ese momento.

Si un escritor se enamora de ti
es probable que te lo haya dicho mil veces
y que tú aun no lo hayas leido,
porque su miedo es el miedo a que un cuento
no termine con finales felices.
Y se culpará si falla, se culpará si calla,
se culpará si la fábula no contiene moraleja.
Aunque por dentro a pedazos se caiga
dejará que su relato avance hasta acabar

Si un escritor se enamora de ti,
es inevitable que te mueras;
mas él siempre recordará
lo que tú significaste para él

Ensoñaciones

Dirás que no pasa nada cuando sueño;
que no hay deseo sino capricho,
que no hay mentira sino entredicho.
Dirás que lo que sueño aún no te lo he dicho.
Dirás que es el ahora y no el después
el que se encuentra con tu partida
Que el tiempo es verdugo y juez
en un juicio sin salida.

Dirás muchas cosas mientras despierta estás.
Dirás que te he mentido, dirás que no es verdad.
Dirás que en lo callado no hay futuro,
que te digo cuantas veces he sido tuyo
Pero no cuantas otras te habré engañado.
Sí lo he hecho, pero jamás como tu piensas,
porque no tengo necesidad de atracarme en otros cuerpos.
Sí lo he hecho, pero jamás fuera de un sueño
que yo no puedo controlar, que yo no quiero ya callar

Dirás que todo aquello que no me dices
lo guardas para darme una lección.
Ay de mí, si por error,
Termino amándote de corazón…